Por qué no debes llevar tu teléfono al baño… ¿Sabes lo malo que es para tu salud?

Un hábito muy común que ya no causa tanta extrañeza es llevar el móvil al baño como forma de distracción. La antigua costumbre de leer revistas o incluso periódicos durante las imparables llamadas de la naturaleza ha quedado obsoleta. Hoy en día no es raro encontrar que no todo el mundo puede desconectar incluso en sus momentos más privados. Sin embargo, hay algunos problemas con esto, por mucho que muchos traten de ignorarlos.

Ya te puedes imaginar que el principal problema es el que indigna a los especialistas en salud: la contaminación por gérmenes y bacterias. Incluso puedes lavarte las manos cuando salgas del baño, pero entonces volverás a poner los dedos en el móvil o lo acercarás a tu cara si necesitas atender una llamada.

También existe el riesgo de que se te caiga el teléfono al váter (¿quién no conoce a alguien que lo haya experimentado?). Estas serían por sí solas buenas razones para abandonar el hábito, pero hay otra razón, quizá poco discutida sobre el tema.

Olvídate del móvil cuando vayas al baño

La cuestión es que el momento en que la gente va al baño suele ser la única distracción que tiene durante el día. La ajetreada vida diaria, las exigencias, la presión, el trabajo o los estudios pueden hacer que el día pase en un abrir y cerrar de ojos, sin que quede tiempo para nada. Por eso se ha hablado de cómo los momentos de distracción merecen una mayor valoración en esta generación hiperconectada. Ir al baño, que en cierto modo es una parada obligatoria en las tareas cotidianas, también puede servir como momento de desconexión. Cuando sepas esta otra razón a continuación, dejaras el teléfono móvil fuera del baño desde hoy…

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El coloproctólogo Alvaro Steckert Filho, Gastro Medical Center en Florinópolis, explica que cuando termine de hacer las necesidades, el acto de continuar sentado en el inodoro interactuando en el teléfono móvil o la ampliación del tiempo de lectura mantiene la presión sobre el recto y el canal @nal y puede causar hemorroides – «venas» hinchadas situadas en la parte inferior del recto o el an0.

Álvaro explica que, aunque es poco frecuente, también puede haber prolapso rectal, es decir, que el recto salga fuera del cuerpo. Recientemente, un hombre chino pasó por esta situación cuando se quedó 30 minutos con el móvil después de evacuar. «El prolapso se produce cuando los músculos del suelo pélvico y los ligamentos están flojos y la persona hace demasiado esfuerzo. Esta situación se da en pacientes que ya tienen una predisposición genética a padecer la enfermedad», explica.

Además de los inconvenientes mencionados, el hábito también es antihigiénico, ya que todas las bacterias que quedan en la mano después de limpiarse pasan al teléfono o a cualquier otro objeto que se toque.

A la hora de ir al baño, mejor dejar el móvil a un lado. Tu salud te lo agradece.

Consejo: Limpieza del teléfono móvil

Si las recomendaciones de los expertos no fueran suficientes para convencerte de no utilizar dispositivos electrónicos en el baño, hay otra medida que puede reducir el riesgo de contaminación: limpiar el teléfono al menos dos veces al día. Para evitar daños, se aconseja no rociar nunca el producto de limpieza directamente sobre el aparato. Lo ideal es colocar el desinfectante en un paño limpio o en una toalla de papel y extenderlo por todo el teléfono móvil. El consejo del fabricante es que el teléfono se apague en ese momento.

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Además, las carcasas de goma, muy populares como herramienta para proteger el móvil contra las caídas, acumulan aún más bacterias que las piezas de metal, cristal o plástico. Por esta razón, también deben ser desinfectados, por dentro y por fuera.

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