El babeo durante el sueño está relacionado con 6 problemas de salud
Despertarse con la almohada mojada de saliva es señal de que se respira por la boca durante la noche; entienda cómo afecta esto a su salud
La fisiología normal de nuestra respiración es predominantemente nasal. Sin embargo, es habitual respirar por la boca en algunas situaciones rutinarias, como durante las actividades físicas, cuando necesitamos aumentar el volumen de aire inspirado o cuando tenemos secreción nasal debido a un resfriado o a las alergias.
Sin embargo, cuando la respiración bucal se produce durante un periodo prolongado, puede convertirse en un problema, e influye directamente en nuestro bienestar, provocando efectos desagradables en nuestra vida diaria.
¿Por qué respiramos por la boca?
Algunas alteraciones anatómicas, como la desviación del tabique o el aumento de tamaño de las adenoides, las alteraciones de los músculos de la orofaringe (garganta) y los hábitos infantiles, como el uso prolongado del chupete y del biberón, pueden hacer que la respiración se convierta en oral u oronasal.
Especialmente en los casos de alteraciones anatómicas, puede ocurrir que el conducto nasal no sea suficiente para tomar todo el aire que necesitamos. Por lo tanto, es natural que la persona respire por la boca, ya que lo necesita para garantizar su respiración.
¿Es malo dormir con la boca abierta?
Una de las formas más sencillas de notar que se respira por la boca es durante el sueño. Y es que, en este contexto, no es infrecuente despertarse con la almohada mojada de saliva, señal inequívoca de que la persona está babeando mientras duerme.
Mal aliento
Sin embargo, lo que poca gente sabe es que el hábito de babear mientras se duerme puede estar relacionado con algunas alteraciones incómodas en la vida diaria de la persona. Una de ellas es el mal aliento, ya que dormir con la boca abierta provoca una mayor proliferación de las bacterias presentes en la mucosa bucal, la lengua y los dientes, provocando halitosis.
Ronquidos
También podemos observar los ronquidos, que se producen cuando la musculatura orofaríngea ha disminuido su tonicidad y obstruye o estrecha el paso del aire. Cuando el aire pasa por esta musculatura, hace vibrar la mucosa y esto genera el ruido de los ronquidos.
Apnea del sueño
En casos más graves, también puede producirse apnea del sueño, que es cuando se obstruye el paso del aire y la persona no respira durante unos segundos. Si no se trata, este trastorno puede provocar (o empeorar) enfermedades cardiovasculares, como arritmias cardíacas, insuficiencia cardíaca e hipertensión.
Alteración de la voz
En cuanto a la voz, podemos observar alteraciones relacionadas con el aumento de amígdalas o adenoides, debido a la reducción del flujo nasal. Esto, a su vez, puede generar una voz hiponasal (apagada) o hipernasal (fantasma nasal), además de alteraciones relacionadas con la sequedad de la mucosa, que pueden provocar dificultad o incomodidad al hablar, presencia de carraspeo y dificultades en la articulación.
Dificultad para tragar
Los problemas anatómicos que supone dormir con la boca abierta también pueden interferir en la deglución, lo que puede provocar una obstrucción mecánica o una incoordinación entre la respiración y la deglución.
Deterioro de la calidad del sueño
Otros daños de la respiración bucal están relacionados con la calidad del sueño, lo que trae consecuencias directas en nuestra vida diaria, como por ejemplo:
- Somnolencia diurna
- Falta de atención y concentración
- Presencia de ojeras
- Masticación ruidosa
- Aumento de la aparición de caries
- Disminución del rendimiento físico.
¿Cómo dejar de respirar por la boca?
Quien respira por la boca, ya sea de día o de noche, debe buscar tratamiento para mantener la respiración por la nariz. En primer lugar, es necesario someterse a una evaluación con un otorrinolaringólogo para valorar el problema anatómico. Si es necesario, el médico hará el diagnóstico e indicará el tratamiento quirúrgico o la medicación.
En general, después del tratamiento, las funciones orofaciales de la respiración nasal, el habla, la masticación y la deglución mantendrán los músculos con una fuerza adecuada, y no es necesario mantener los ejercicios para siempre. También se recomiendan los siguientes hábitos:
- Disminuir el consumo excesivo de alcohol y tabaco
- Evitar el uso de sedantes
- Incluir la práctica de actividades físicas en la rutina
- Mantener el peso adecuado
- Establezca un horario regular para dormir
- Dejar de consumir sustancias que contengan cafeína y/o nicotina antes de acostarse
- Tomar un baño caliente y tratar de relajarse antes de ir a la cama.
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